En esta entrevista micronacional tenemos el gusto de conversar con The Intelektor Kat, el líder  y fundador del Estado Libre de Leonlandia del Sur. Desde el centro de Argentina, han creado una micronación de características únicas en el micronacionalismo hispano; basada en la ecología y el animalismo. Uno de los más destacados promotores del esperanto con ustedes, en entrevista para nuestra web oficial. 

1.- ¿Cómo fue su primer acercamiento al micronacionacionalismo?

Fue por casualidad, mi hijo estaba viendo unos videos de YouTube y apareció uno sobre “naciones inexistentes”; me lo pasó por whatsapp como algo “pintoresco y novedoso” y pensamos que nosotros podríamos tener también una micronación; lo propusimos a parientes y amigos y todos se entusiasmaron.

Decidimos que tendríamos territorio físico al igual que otras micronaciones, más bandera, himno y escudo. Recuerdo haber visto algún tutorial de cómo crear una micronación.

Existe en Argentina, la Ley 1.532 – “Organización de los Territorios Nacionales”, por lo cual, en nuestra Constitución micronacional, debíamos dejar muy en claro que:

- la creación de la micronación no pone en riesgo el territorio macronacional;
- no se trata de una sublevación;
- no somos un grupo separatista;
- no reclamamos tierras ancestrales.

Estas premisas debían establecerse pero no enunciarse para que no llevasen a confusión alguna. La primitiva Constitución fue lo más simulacionista posible, lo más lejana a una verdadera Constitución para evitar cualquier clase de malos entendidos con las autoridades macronacionales, por esto mismo poseemos solo una Constitución breve, una ley electoral y nada más. Asimismo, bien dijo Publio Cornelio Tácito: “Corruptissima re publica plurimae leges”.




2.- ¿Cómo nace la idea de fundar Leonlandia del Sur? ¿Tienen alguna inspiración en un país, proyecto o semejante?

Al ser ecologistas, pensamos en algún nombre que sugiriese un animal; por esos tiempos, había sido asesinado por unos cazadores el famoso León Cecil y nos pareció justo rendirle un homenaje utilizando para nuestra futura micronación, el nombre “León”. Entonces, trazamos la idea de una micronación comprometida con el ambiente, los animales y las plantas, colaborando para que se reduzca la contaminación del agua, aire y tierra.

Por otro lado, Leonlandia del Sur, significó un punto de ordenamiento y disciplina, ya que al ser nuestros pisos y dos semipisos resignificados bajo el ítem de “territorio micronacional”, implicó que adultos y niños fueran responsables del hábitat, es decir que lo que antes eran temas del “dormitorio” o la “sala de estar”, ahora es tema de la micronación.

Vimos cómo funcionaban algunas micronaciones, no nos gustó la agresividad hacia sus pares (guerras, guerrillas, ataques cibernéticos, etc.) y decidimos que estaríamos en las antípodas de estas ideas belicistas, por lo que no tenemos fuerzas armadas ni armamento; nuestras bibliotecas son nuestras mejores “armas”.

Desde el punto de vista político, pensamos primero en un triunvirato, pero luego optamos por presidencialismo de base democrática y popular, con un solo año de gestión y hemos comprobado que funciona muy bien.

Consideramos que una micronación debe cumplir una función social hacia el exterior, por lo que también creamos la Biblioteca virtual leonlandesa “El Topo de Alejandría”, al servicio de estudiantes e interesados en literatura y temas varios. A la par de esto, convenimos en fomentar los deportes que practicamos: polo, croquet y ajedrez.
Otras funciones sociales han sido llevadas a la práctica a través de campañas fueron “Un chocolate contra el frío”: todos debíamos llevar un chocolate para regalar a personas en situación de calle durante el invierno, en el transcurso de un verano muy caluroso regalamos botellas de agua mineral congeladas a los cartoneros; así que cuando alguien veía desde los balcones que se acercaba algún carrito, bajábamos y se las entregábamos. Todos los años, y esto ya es tradicional desde lejanos tiempos, otorgamos bolsones de ropa invierno / verano a la Iglesia Evangélica Bautista “Luz de Cristo” para que se repartan en los barrios carenciados y donamos medicamentos al “Dispensario de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa”. Colaboramos con mano de obra y monetariamente con la Asociación Rosarina de Esperanto y con el Rosario Badminton Club. Hace unos años estuvimos pensando en convertir a Leonlandia del Sur en una ONG, pero por el momento hemos desistido y seguimos siendo micronación.


3.- Leonlandia del Sur ha destacado en la creación artística, creando revistas e iniciativas pioneras en el micronacionalismo hispano. ¿qué función cumple la cultura y el arte en su proyecto?

Somos muchos y eso facilita el trabajo (a veces lo entorpece cuando surge alguna discusión y se frena una actividad, pero la buena onda y el entusiasmo deben preponderar).

Primero surgió el diario “Leones Hambrientos”, con fuerte posicionamiento político, ecológico, animalista y conservacionista. Se editó durante casi 5 años, varió en sus ediciones y por ahora no está saliendo; quizás lo retomemos; la revista “El Yaguarundí” es exclusiva de ecología y política ecológica; la revista “Faustina”, fue una idea mancomunada, ya que queríamos hacer algo que represente nuestros intereses mundanos, nuestro lifestyle, y el Anuario “Lynx Azul”, representa nuestra espiritualidad.

La narrativa y la poesía siempre estuvieron muy presentes entre nosotros, pues provenimos de familias ligadas a la docencia universitaria (humanística en su mayor parte), de modo tal que estamos acostumbrados a la investigación y producción literarias. Por mi parte, soy abogado en ejercicio de mis funciones, soy un admirador de los grandes poetas universales, pero no me destaco en el arte, solo he escrito muy breves versos bajo mi pseudónimo y para las publicaciones de Leonlandia del Sur.

Por otro lado, las porcelanas son una de nuestras pasiones. Somos aficionados a las piezas de Meissen, Maestricht, Royal Delft y mis favoritas: Royal Albert.

En la familia, hay varias poetizas, Alice Amanda de Cappella, es una persona muy conocida en el ambiente y que ha obtenidos premios y diplomas a nivel macro-municipal, -provincial y –nacional, al igual que Ana Lis, Violeta y Mireya.

Por el lado de la pintura, grabado y escultura, Felicitas Cappella ha realizado numerosas exposiciones en ciudades de la macronación y del extranjero. Las mujeres leonlandesas se destacan en las artes.

Luego, hemos editado (Editorial Biblioteca “El Topo de Alejandría”) ya varios libros de poesías, petite nouvelles y temas varios literarios y de investigación. El último libro, en el que también participé, fue una antología titulada “Breves glosas de amor”.

4.- ¿Cuáles son las expectativas que tienen de cara al futuro?

Próximamente habrá elecciones, tenemos ganas de retomar el diario y la radio; sobre esta última, como una de mis nueras es locutora y propaladora, contamos con la gran ventaja de su impecable voz.

Nos gustaría organizar un torneo de quoits en uno de los balcones, pero la pandemia no nos permite visitas; seremos pacientes y esperaremos tiempos mejores.

En estos días, las dos listas tienen que presentar sus proyectos para la nueva gestión; allí tendremos más datos sobre las actividades a futuro.




5.- ¿Cuáles estima que son las fortalezas y debilidades del micronacionalismo hispanoamericano?

Considero que las fortalezas son el entusiasmo, la creatividad y la perdurabilidad, en tanto las debilidades son las belicosidades y los ataques de los resentidos sociales.

6.- ¿Qué rol cumplen los animales en la sociedad leolandesa?

Son considerados de la misma manera que los seres humanos, son seres sintientes, pensantes y sufrientes. Tal es así, que el animal en nuestra micronación, es considerado sujeto titular de derecho, tal y como se resolvió en el fallo de la Cámara de Casación Penal, Sala 02, de Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en 2.014: Caso “Orangutana Sandra” que los animales son sujetos no humanos titulares de derecho.

Los animales, expresan y solicitan amor como cualquier otro ser vivo.

En 1.954 se sancionó en Argentina la Ley 14.346 (Código Penal Argentino) de protección a los animales contra actos de crueldad; fue una ley revolucionaria para la época y los leonlandeses sostenemos a esta ley como ejemplo virtuoso del trato hacia la alteridad animal.

7.- Para terminar, ¿Cuáles son sus tres libros favoritos de todos los tiempos?

“El Contrato Social”, de Jean-Jacques Rousseau, fue el puntapié para estudiar Derecho, “Fausto”, de Johann Wolfgang von Goethe, fue el libro que me hizo traspasar las misteriosas puertas de la Masonería, y “Empresas políticas”, de Diego Saavedra Fajardo, un ejemplar que todo político debe leer.


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