Séneca, un filósofo de la antigüedad, decía que quien pretende llegar a un sitio determinado debe tomar un solo camino, dejándose de ir probando muchos a la vez, ya que esto no es sino vagar sin rumbo alguno. De la misma forma, la política de un Estado que carezca de objetivos definidos será un mero deambular a ciegas, sin que haya un punto de destino ni un camino hacia donde ir. 

Hace poco más de un mes lancé una propuesta que vivía hace mucho en nuestro movimiento, pero que no había sido presentada públicamente. Hoy el proceso constituyente va tomando forma, y Dios mediante contaremos en breve con una Constitución Política moderna, acorde a nuestra realidad nacional. 

Sin embargo, este momento del desarrollo de nuestra revolución significa también un mayor desarrollo de nuestra actividad. Y eso también implica revisar nuestra política diplomática internacional e intermicronacional.

Hay puntos en los cuales las administraciones precedentes han estado en lo correcto, y que nosotros profundizaremos. No abandonaremos nuestra posición institucional de respaldo al Estado de Palestina, a la República Árabe Saharaui Democrática, a la República de Irlanda, ni al Gibraltar Español o las Malvinas Argentinas. 

Los problemas están más bien en lo micronacional. Hemos cometido errores en nuestra relación con las micronaciones y entidades semejantes. Mientras algunas micronaciones nos han dado constantes y permanentes señales de voluntad de colaboración y muestras de su seriedad, otras entidades no han ocultado su desprecio e insulto hacia nosotros. En estos últimos casos no se puede tener ningún tipo de relación, claramente. 

Hubo casos especialmente oprobiosos. Se nos invitó a participar directamente en organizaciones micronacionales que resultaron directamente inexistentes, o para el solo efecto de que nuestra solicitud fuere rechazada, sin el más mínimo apoyo de los supuestos aliados; más bien, con su voto fundado en contra. Me refiero directamente a la Alianza Micronacional Antártica, cuya bochornosa solicitud me fue encargada a sabiendas de que estaba destinada al fracaso, cosa que informé oportunamente. 

Se han coleccionado membresías en organizaciones de distinto vuelo. Algunas muy buenas, otras realmente pésimas. Hay que tomar decisiones en esta materia, vinculantes, y considerando la opinión de la población. 

Nuestras delegaciones culturales fueron un fracaso, por ser apresuradas y carentes de real sentido. Será lento y demoroso, pero trabajaremos por contar con nuestros propios representantes, previo examen y curso correspondiente. 

Los tres casos anteriores son una muestra de los yerros de una diplomacia bien intencionada que fue mal conducida. Por eso desde el instante mismo que asumí que hemos suspendido todo contacto y participación con entidades y asociaciones poco serias, fantasiosas, contrarias a los objetivos nacionales permanentes, y las que directamente son "países imaginarios". Aquí no hemos inventado la rueda, simplemente aplicamos la ley antisimulacionista que existía desde el 2020. 

Hemos informado oportunamente de nuestra retirada en las organizaciones serias, para permitir a la ciudadanía decidir soberanamente en el futuro. El poder acumulado en las manos de una persona condujo a serios errores de nefastas consecuencias, y que solo ahora hemos podido empezar a corregir.

No se ha roto con ninguna micronación ni asociación sería, como es el caso de la Comunidad Chilena de Micronaciones. 

Espero que el proyecto de Nueva Constitución corrija parte de estos errores, dando amplias facultades al Gran Senado para la aprobación de tratados, la designación de embajadores, y en general en materia de relaciones internacionales. Una vez aprobada, se deberá garantizar la amplia participación de la ciudadanía en esta materia, sin que se concentre en una sola persona, provocando las lamentables consecuencias antes descritas. Rino Island no deberá establecer más acuerdos a la ligera, ni coleccionar membresías en organizaciones; se debe escuchar la opinión popular del Gran Senado en las relaciones internacionales y con micronaciones.

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