La Universidad de California en Irvine (UCI) reveló que Mya Le Thai, estudiante de química y candidata al grado de doctor y que pertenece al selecto grupo del Dr. Penner, pudo haber inventado una batería que podría ser “eterna”.
De acuerdo con el informe publicado en el sitio web de Enséñame de Ciencia, esta pila tendría un tiempo de vida de 400 años y podría ser recargada en infinitas veces.
Este descubrimiento podría ayudar a sectores como el de los autos eléctricos y los dispositivos electrónicos que requieren baterías, ya que el ciclo de recargas es finito (entre 1.000 y 8.000 recargas) y, cuando este se completa, las pilas deben ser desechadas. Además, el reciclaje de las mismas es terrible: las baterías viejas no se pueden reutilizar y el material de fabricación es muy contamintante tanto para el ambiente como para las personas.
¿Cuál sería la solución para esta problemática? Pues una batería “eterna”, con mejor tecnología y que pueda recargarse infinitas veces, reduciendo costos de producción y su huella dañina contra la Tierra.
Mya Le Thai encontró una forma para fortalecer los nanocables de oro de una batería. Para generar una estructura más robusta, roció una capa de dióxido de manganeso y después envolvió a los cables en un electrolito hecho por un gel parecido al plexiglás.
Pasó lo inesperado: al trabajar de manera conjunta con esta mezcla, logró que los nanocables de oro fueran irrompibles. Es importante recordar que el oro es un valorado semiconductor de electricidad.
En otro paso, la estudiante de química puso a prueba la batería y durante más de tres meses la expuso a cargas y descargas, hasta llegar a las 200 mil recargas, una cifra extremadamente alta. Con esta práctica, la futura doctora inventó esta batería infinita y que puede sustituir las convencionales de litio.
Recordemos que el litio es imprescindible para las baterías de los autos eléctricos y la demanda en la próxima década se presume que aumente. Una batería de auto eléctrico tiene de media unos 160 gramos de Litio metálico por kWh (los fabricantes no suelen desvelar esa información). En una batería de 50 kWh eso son 8 kg de litio. 
Por su parte las baterías de plomo ácido permiten 1.500 recargas de vida, mientras que la tecnología de las baterías de litio ofrece una duración de hasta 2.500 recargas. Si consideramos las cantidades de baterías requeridas, eso es mucho litio, y un enorme daño medioambiental asociado. 
Sin embargo, ambos sistemas actuales son superados con creces por esta batería de 200.000 recargas, a lo menos, lo que implica una mayor protección de los recursos existentes. Queda esperar sin embargo el resultado de las investigaciones en curso, antes de poner fin al negocio del litio. 


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