La jaiba mora, una especie de crustáceo, es nativa de la región que se extiende desde Guayaquil (Ecuador) hasta el Estrecho de Magallanes, incluyendo el archipiélago de Juan Fernández. Se encuentra tanto en áreas intermareales como a profundidades de hasta 272 metros.

Su caparazón es suave y de color violeta con manchas amarillas, y posee tenazas robustas y dentadas. Los dactilopoditos, densamente pilosos, cubren gran parte de la articulación de las patas. Su dieta incluye crustáceos, gastrópodos y mitílidos, entre otros.

El periodo de desove de la jaiba mora en Chile central abarca desde julio hasta diciembre, aunque se han observado hembras con huevos hasta diciembre. Cada hembra tiene una fecundidad promedio de 150,000 huevos.

En condiciones de laboratorio, se ha observado que el desarrollo larval de la jaiba mora consta de cuatro estados: cuatro zoeas y una megalopa, que tardan aproximadamente 40 días en total. Para alcanzar la etapa juvenil, se requieren 32 días en total, y la duración de estas etapas está influenciada por la temperatura del cultivo.

Los indígenas changos de la región costera tenían una estrecha relación con la naturaleza y aprovechaban los recursos marinos de manera sostenible, incluyendo las jaibas moras. Utilizaban técnicas tradicionales de recolección y pesca para obtener estos crustáceos, como la pesca con trampas y la búsqueda manual en las zonas intermareales.

Las jaibas moras eran una fuente importante de alimento y se preparaban de diversas maneras. Se cocinaban al fuego o se asaban en fogatas, y se consumían tanto las patas como su suculenta carne. Los changos también aprovechaban las jaibas en la preparación de guisos y sopas, añadiendo sabor y nutrientes a sus comidas.

Esta especie es capturada por pescadores artesanales en Chile, utilizando técnicas de buceo y trampas principalmente. Se establecen restricciones para proteger su reproducción y sostenibilidad, prohibiendo la extracción de hembras con huevos (Ovígeras) y estableciendo un tamaño mínimo de extracción de 12 cm de ancho cefalotoráxico (caparazón). Desde que se cuenta con registros independientes, la captura máxima de jaiba mora alcanzó las 680 toneladas en 1995, descendiendo a un mínimo de 22 toneladas en 2003.

Fuente: UNAB e investigación propia de la Academia Nacional de Rino Island

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