En nuestra segunda sesión de la formación cívica nacional vamos a revisar la doctrina social católica, que ha sido expresión de una larga y viva tradición.

La Iglesia Católica, a partir de la Encíclica "Rerum Novarum", de León XIII, ha ido tomando conciencia del problema social y aportando una doctrina de gran valor moral en que intenta señalar pautas para resolver las antinomias y corregir las injusticias más graves ocurridas en las relaciones laborales y, en general, en las relaciones entre los hombres. Parte de una afirmación de León XIII: "En opinión de algunos, la llamada cuestión social es puramente económica, siendo, por el contrario, ciertísimo que es principalmente moral y religiosa".

La Iglesia no presenta como suyo un determinado sistema técnico para la corrección de las injusticias sociales, "pero ha fijado claramente principios y directrices que prestándose a diversas aplicaciones concretas según las varias condiciones de los tiempos, lugares y pueblos, indican el camino seguro para obtener el feliz progreso de la sociedad" (Encíclica "Divini Redemptoris").

Está expresada fundamentalmente en un conjunto de Encíclicas Papales, de entre las cuales destacamos como hitos (pinchar en cada una para leer su texto):

1.    "Rerum Novarum" (León XIII-1891);

2.    "Quadragessimo Anno" (Pío XI-1931);

3.    "Mater et Magistra" (Juan XXIII-1961);

4.    "Pacem in Terris" (Juan XXIII-1963);

5.    "Populorum Progressio" (Pablo VI-1966), y

6.    Centesimus annus” (Juan Pablo II-1991)

La "Rerum Novarum" trata "de la condición de los obreros"; rechazaba las soluciones socialistas, apuntando que sin la Iglesia no se hallaría solución a la cuestión social, señalaba los deberes de patronos y obreros, pedía la intervención estatal (rechazando, por tanto, el Estado liberal puro) y expresaba la conveniencia de las asociaciones profesionales, que decía no pueden ser prohibidas por el Estado.

La "Quadragessimo Anno", como el propio nombre indica (cuarenta años más tarde de la publicación de la "Rerum Novarum"), conmemora los frutos producidos por la Encíclica anterior, "carta magna de la actividad social", e intenta aclarar algunas dudas y completar algunos puntos.

Estaba demasiado influenciada por las soluciones corporativas, por lo que ha tenido escaso eco.

Las dos Encíclicas de Juan XXIII han alcanzado un grandísimo predicamento en el mundo entero por la profundidad y modernidad de sus doctrinas, que se dirigen a todos los hombres de buena voluntad. Se abordan todos los problemas de nuestra época, incluyendo el problema demográfico y el de los pueblos subdesarrollados. Gran polémica ocasionó el uso del concepto de "socialización" en la "Mater et Magistra".

La "Populorum Progressio", de Pablo VI, en la línea de su ilustre predecesor, atacó duramente al capitalismo, favoreciendo, por tanto, otras fórmulas económicas.

En la "Centesimus annus", (cien años más tarde de la publicación de la "Rerum Novarum"), Juan Pablo II expone temas de justicia social y económica. La encíclica incluye una defensa de los derechos de propiedad privada y el derecho a formar asociaciones privadas, incluidos sindicatos. Compara el socialismo con el consumismo, identificando al ateísmo como la fuente de su negación común, la dignidad de la persona humana.

La próxima sesión vamos a revisar lo que es la propiedad privada, y su posición en los regímenes liberal-capitalistas, comunistas, y en nuestra micronación.  



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