Son impresionantes las facilidades de acceso a la información de que disponemos hoy en relación a la situación existente en mi lejanísima juventud. Cuando era alumno universitario decía concurrir a la biblioteca, leer libros en horario limitado, fotocopiar lo que necesitare, o fichar el texto, según su accesibilidad, en horarios limitados. Ahora enciendo el computador y puedo estar en el punto necesario para disponer de los datos que requiero. Lo sorprendente es que los jóvenes de hoy emplean un lenguaje enormemente más reducido que lo que era usual en nosotros, su ortografía es deplorable y su dicción casi incomprensible. 
Esta generación no aprovecha en casi nada el acceso a la información que tiene al alcance. Y qué decir de la afición por la lectura, esta es nula. Es una generación degradada, de cristal, con plena conciencia de sus derechos, pero no así de sus deberes, deconstruida totalmente, amantes de lo inmediato, de lo instantáneo, de aquello que no demanda sacrificio, espera o tedio. Nihilista en el más negativo sentido, sin líderes ni motivadores como los de antaño, siguiendo sólo a ídolos de barro, a los Milei o Boric de nuestro tiempo...Kaliyuga!

Por Benedetto Samperi
Senador Presidente del Gran Senado

*Las opiniones del autor no reflejan necesariamente la opinión de las autoridades del Estado. 

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