Los changos: hombres del mar
Hace poco recordábamos el día de la raza, en memoria de la hazaña de Colón y aquellos castellanos que descubrieron de manera definitiva la América al Viejo Mundo. Rabia sido visitada antes; si es cierto. Pero después de Colón nadie dejaría de visitarla. Por esto mismo, vale la pena mirar los pueblos que existían antes que Colón, que los esclavos e inclusive que la misma noción de Europa.
Los changos fueron un pueblo
costero que vivió en la costa chilena, entre Arica y el Maule, durante unos
10000 años, experimentando una rica evolución en todo el periodo. Siempre nómades,
fueron asimilados al Imperio Inca, tiempo este en que llegaron a utilizar
anzuelos y arpones de cobre.
Este pueblo se caracterizó por
la fabricación de balsas de cuero de lobo que utilizaban para uso propio y para
intercambiarla por otros productos. Esta embarcación se construía de cuero de
lobo marino, cuya piel era ablandada en agua dulce; luego se cosía y se
recubría con aceite del mismo animal, dejando una pequeña abertura para
introducir una caña que permitía inflarla. Sobre los flotadores se incorporaba
una plataforma de madera que podía transportar de uno a cuatro navegantes. El
desplazamiento se lograba mediante el uso de un remo de doble pala. Fue tal la
perfección de sus balsas que inclusive en las postrimerías del siglo XIX era
frecuente verlas en la costa de Chile.
Para pescar los changos usaban
un arpón de hueso a cuyo extremo amarraban un cordel de cuero. Además, hicieron
uso de redes que ellos mismos tejían con fibras vegetales o intestinos de
animales marinos.
El pueblo chango fue asimilado
tras la conquista española, dando origen a los pescadores del Chile moderno.
Algunos grupos de pescadores nómadas subsisten en Chile, manteniendo en general
el mismo sistema de vida que los changos antiguos.