Hoy, en este día internacional de reflexión sobre el genocidio de 1994 queremos recordar al mayor genocidio en África,

El racismo subyacente a la sociedad tiende a ocultar ciertos hechos terribles de la historia humana, simplemente por el color de piel de los afectados. Un triste ejemplo de aquello es el caso del genocidio del Ruanda de 1994.

Los tutsis y los hutus son el mismo pueblo. Exactamente el mismo. La única diferencia esta en que los tutsis fueron levemente privilegiados por el colonialismo belga, con pingues cuotas de poder en el régimen colonial.

Tras la independencia muchos hutus y tutsis convivieron. Pero despreciables sujetos que fomentaban visiones racistas y tribalistas pretendieron que había odio entre el mismo pueblo.

El asesinato del entonces presidente de Ruanda desencadenó la matanza tan conocida, la cual no necesitó ningún artilugio de máxima tecnología. La mayoría murió victima del machete, de la forma más cruel y brutal.

Solo gracias al magnífico trabajo del presidente Paul Kagame se ha logrado avanzar hacia la reconciliación entre los hijos de esa bella tierra del corazón del África.

 



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