En esta sesión de formación cívica nacional vamos a exponer lo que se denominó "socioimperialismo soviético"; su contenido, y las críticas en general al marxismo.

Una cosa es el marxismo clásico, otra el marxismo leninismo y otra la Unión Soviética, durante el marxismo-leninismo y tras el revisionismo jroshovita.

El marxismo clásico es una forma de socialismo llevada a sus últimas consecuencias, con la diferencia característica de que en el socialismo el fin inmediato, el núcleo basal del sistema, es el hombre mismo, sus necesidades vitales, y en el marxismo lo esencial para él es el trabajo, la producción.

Marx parte de una concepción materialista del hombre. La vida humana, nos dice, sin duda influido por el evolucionismo de Darwin y de otros antropólogos naturalistas, es puramente un "proceso biológico", y la Historia no es más que una manifestación de la vida humana en ese proceso biológico, natural, en su lucha por los bienes de la naturaleza.

El hombre hace un esfuerzo por dominar la Naturaleza, y de este esfuerzo, sigue diciendo Marx, nace la técnica, la cultura, la civilización. La Historia no es, entonces, sino la historia de la técnica y la historia de la lucha del hombre por alcanzar los medios de producción y los bienes materiales.

El punto central de la doctrina marxista es, pues, "el economicismo histórico". Toda la Historia es la historia de la Economía, esto es, del progreso y de los medios de producción, y de la posesión de esos medios mediante una organización social. El resto: arte, religión, filosofía, derecho, política, etc., son meras consecuencias de la estructura económica, o, como él dice, "superestructuras" de la Economía.

Este argumento economicista del marxismo es similar externamente al Homo Economicus de los neoliberales, que también plantean que el ser humano se guía meramente por intereses económicos. 

La lucha por los medios de producción y por la posesión de los bienes, añade, origina la lucha de clases. Se comprende que, si esto es así, la gran guerra de la Historia ha sido y es una guerra por la Economía, más o menos enmascarada de otras consideraciones espirituales. Toda la Historia se entiende como lucha, en el fondo, entre la clase que tiene los medios de producción y las clases que no los tienen.

Cada vez que surgen nuevos medios de producción —continúa Marx—, las clases que los consiguen desplazan del poder, del Estado, a las antiguas clases poseedoras. Así, por ejemplo, la burguesía, poseedora del dinero y de las máquinas, desplaza a la nobleza feudal y a la Iglesia, poseedoras de la tierra.

En todo esto el Estado, según el marxismo, es sólo el instrumento que tienen las clases poseedoras para defender sus propiedades y sus intereses contra las clases desposeídas.


Tres son los elementos que se critican principalmente de la Teoría Marxista 


a)    "El materialismo": Los detractores plantean que no es cierto que el hombre provenga de la evolución de la materia, ni es cierto que la Historia provenga de la evolución de la Economía. La postura cristiana es que el hombre es algo más que "un sujeto biológico", porque proviene de una creación directa de Dios, y la Historia es algo más que un "proceso económico", porque proviene de la libre creación del espíritu humano; de esta manera el evolucionismo naturalista seria falso, ya que de creer en él, tendríamos que despojar al hombre de sus atributos espirituales, de su libertad, para someterle a la evolución ciega y fatal de la Naturaleza. Subyace a esta crítica entender al ser humano como un ente también espiritual, que se mueve no solamente por razones económicas, sino también por razones espirituales y morales, las cuales han contribuido también a la formación de la Historia.

b)    "La lucha de clases": Alegan que es falso que necesariamente tenga que existir las luchas de clases. Creer esto seria reducir al hombre a la categoría de bestia. La lucha física por la supervivencia es ordinariamente característica del reino animal, donde la razón y el derecho se desconocen. En la especie humana, la supervivencia está o debe estar garantizada por un principio racional ordenador de la sociedad, que es el Derecho político emanado de la acción legislativa y ejecutiva del Estado.

c)  "La utopía": Esta crítica plantea que, aunque desde el punto de vista de la realidad pasada y presente, sean ciertos los fenómenos sociales e históricos del marxismo, en cambio, nada prueba “a priori" que pueda llegarse en esta evolución de la sociedad que propugna a una sociedad sin clases, donde todos los hombres sean iguales, gocen de una libertad absoluta, sin la coactiva tutela de un Estado y de unas leyes. Para creer esto habría que partir de la creencia en la bondad natural del hombre y en la igualdad de los derechos individuales. Pero alegan que el hombre no es bueno por naturaleza (Maquiavelo), sino inclinado particularmente al egoísmo, y para vivir en sociedad necesitará siempre de un principio de autoridad que le corrija y garantice, además, la seguridad de todos los miembros de la sociedad. En resumen, afirman que la sociedad ideal de Carlos Marx es prácticamente irrealizable.


        ¿El marxismo es un régimen totalitario?


Se ha catalogado al marxismo como un sistema totalitario. Al respecto, un análisis de un grupo católico francés lo presenta como "no sólo un método y un programa de gobierno, ni una solución técnica de los problemas económicos menos todavía un oportunismo vacilante o un tema para declamaciones oratorias. Se presenta como una vasta concepción del hombre y de la historia, del individuo y de la sociedad, de la naturaleza y de Dios; como una síntesis general, teórica y práctica a la vez, en resumen, como un sistema totalitario".

Para un pensador marxista. Lefévre, la concepción marxista del mundo "se niega a establecer una jerarquía exterior a los individuos (metafísica), pero, por otra parte, no se deja encerrar, como el individualismo, en la conciencia del individuo y en el examen de esa conciencia aislada. Advierte realidades... naturales (la naturaleza, el mundo exterior), prácticas (el trabajo, la acción), sociales e históricas (!a estructura económica de la sociedad, las clases sociales, etc.).,. el marxismo apareció históricamente en relación con una forma de actividad humana... la gran industria moderna"...


La Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas


Carlos Marx murió sin que se aplicaran sus teorías a ninguna sociedad concreta; esto fue obra de Lenin, tras la Revolución de 1917. La Unión Soviética aparece como obra suya en principio, pero no como un Estado comunista, sino en período de transición, en la etapa llamada de "dictadura del proletariado". Bajo Stalin se alcanzó la construcción del socialismo en un solo país, la persecución cruenta de los enemigos políticos en las infames “purgas”, y la transformación de la Unión Soviética en una de las dos grandes potencias mundiales.

Sus sucesores "destalinizaron", inventaron la "coexistencia pacífica", se pelearon con la China comunista y asisten a una cierta descomposición del llamado "imperio moscovita", a base de "vías nacionales del comunismo". En realidad, destruyeron lo de socialista en la Unión Soviética, para ser un mero imperio despojado de la ideología que aportaba el marxismo leninismo.

Carlos Hermoso, dirigente del Partido Bandera Roja de Venezuela, explica este fenómeno: "Ahora bien, luego de la muerte de Stalin y la restauración capitalista en la Unión Soviética y más adelante en China, no ha habido una referencia planetaria acerca de la ciencia del capital y, por ende, de las luchas de los trabajadores por el socialismo. No se cuenta con una autoridad capaz de nuclear y orientar a los factores marxista-leninistas. Una referencia que sea capaz de orientar con tal fuerza, sobre la base en la ciencia marxista, que contribuya a anular, en lo posible, las dudas, vacilaciones y tendencias que terminan por asumir posiciones revisionistas y subjetivistas de diverso tipo. O, bien, que produzca la literatura capaz de orientar y enfrentar las ideas erróneas. Al menos de orientar el desarrollo de las polémicas naturales del movimiento comunista. Esa autoridad o referencia hay que construirla. Sobre todo en momentos en los cuales el movimiento comunista internacional luce disgregado y lleno de vacilaciones y debilidades teóricas y conceptuales sobre aspectos elementales de la política. Frente a estas formas de dominación levantadas en Latinoamérica, por ejemplo, resulta penoso cómo movimientos que se asumen marxistas, quedan deslumbrados por la fraseología, sin detenerse en las realizaciones políticas y económica y en apuntar a qué intereses benefician. Otros —luego de llegar a conclusiones acertadas respecto de la caracterización del régimen— quedan paralizados, se inhiben frente al chantaje de quienes prefieren mantenerse con esa falsa pureza pequeño-burguesa basada en una ética individualista e inútil". 

Al respecto Enver Hoxha, Jefe de Estado de la República Popular de Albania, explicaba: “… la forma más adecuada de penetración de la ideología burguesa (…) es la forma del revisionismo, el cual no es más que la ideología burguesa enmascarada con fraseología marxista y socialista”. Hermoso señala que "a eso apeló el orden para preservarse frente al peligro revolucionario. Atender este llamado es lo que permitirá no esperar, como en el caso que nos ocupa, que sea la experiencia histórica la que corrobore en la vida lo que podemos predecir, si nos ajustamos a los principios, a la ciencia y al sentido de clase de los proletarios". 


¿Qué es el revisionismo?


Corriente del movimiento obrero que, para complacer a la burguesía, trata de denigrar, limitar y liquidar el marxismo mediante la revisión, es decir, la tergiversación y negación de sus tesis fundamentales. En la década del 90 del siglo XIX, el socialdemócrata alemán Bernstein sometió el marxismo a una abierta revisión.

En Rusia fueron representantes típicos del revisionismo los “marxistas legales”, los “economistas” y los mencheviques. El revisionismo obtuvo influencia preponderante en la Segunda Internacional. La forma más peligrosa del revisionismo fue el kautskismo, revisión encubierta del marxismo bajo la hipócrita apariencia de estar de acuerdo con él.

El revisionismo contemporáneo trata de denigrar la gran doctrina marxista-leninista, la declara “anticuada” y dice que hoy día ha perdido su importancia para el desarrollo de la sociedad. Los revisionistas ansían privar al marxismo de su espíritu revolucionario y quebrantar la fe en el socialismo entre la clase obrera y los trabajadores. Se manifiestan en contra de la necesidad histórica de la revolución proletaria y de la dictadura del proletariado en el período de transición del capitalismo al socialismo, niegan el papel dirigente del partido marxista-leninista, niegan los principios del internacionalismo proletario, exigen que se renuncie a los principios leninistas básicos de edificación del Partido y, ante todo, al centralismo democrático, y que el Partido Comunista deje de ser una organización revolucionaria combativa y se convierta en algo así como un club de discusiones.

La Declaración de la Reunión de los Representantes de los Partidos Comunistas y Obreros de los Países Socialistas (noviembre de 1957) señala que, en las condiciones actuales de la lucha contra el dogmatismo y el revisionismo, el principal peligro para el movimiento obrero es el revisionismo, es decir, el oportunismo de derecha, como manifestación de la ideología burguesa, que paraliza la energía revolucionaria de la clase obrera y exige el mantenimiento y la restauración del capitalismo. La Declaración señala que la influencia burguesa es la fuente interior del revisionismo, y la capitulación ante la presión del imperialismo, su fuente exterior.

Todos los partidos comunistas y obreros se han pronunciado contra las tesis revisionistas, contrarias al marxismo-leninismo, que fundamentan el programa de la Unión de Comunistas de Yugoslavia. Negando la concepción marxista-leninista de la lucha de clases, los dirigentes yugoslavos reemplazan la teoría marxista-leninista del Estado por la falsa concepción del Estado capitalista como organización por encima de las clases, como “regulador en la esfera de las relaciones de trabajo y de propiedad, de los derechos y servicios sociales y de otras relaciones sociales”, que “manifiesta la tendencia a una limitación cada vez mayor del papel del capital privado”; afirman “la penetración de las tendencias socialistas en el sistema del capitalismo de Estado” y que, en resumen, éste marcha espontáneamente hacia el socialismo. Predican la renuncia a la revolución proletaria, a la destrucción de la máquina estatal burguesa, a la creación de una nueva, proletaria, a la dictadura del proletariado. Sostienen que los países que ya han alcanzado el socialismo, deben acelerar la abolición del Estado, lo que conduciría a desarmarlos frente a la reacción externa e interna y a imposibilitar el cumplimiento de las tareas del período de transición al comunismo.

En lugar de conjugar las tesis generales del marxismo-leninismo con la práctica concreta de la revolución según las peculiaridades históricas y nacionales de cada país, niegan las leyes generales del desarrollo hacia el socialismo, comunes a todos los países, apoyando de hecho el llamado “comunismo nacional”, negación del internacionalismo proletario. (Diccionario filosófico abreviado · 1959:443-444)


Lo social en el mundo soviético


Desde el punto de vista social el primer gran documento soviético es la llamada "Declaración de derechos del pueblo trabajador y explotado" del 23 de enero de 1918. En las Constituciones soviéticas de 1918, 24 y 36 se hizo grandísimo hincapié en los derechos sociales, a costa de los derechos individuales típicos de las constituciones occidentales.

Es difícil hacer un balance positivo o negativo de la situación social del mundo soviético. Tuvo aspectos positivos como la eliminación del analfabetismo y la extraordinaria promoción cultural en un país atrasado como Rusia. Sin embargo, a cambio el balance negativo es mucho más pesado: la Revolución fue seguida de una fase de guerras  civiles e intervenciones de potencias extranjeras que ocasionaron una sangría terrible; se habla de quince millones de muertes violentas en esa época, seguida de una época de pobreza y miseria a consecuencia del bloqueo internacional (cordón sanitario) y de los esfuerzos exigidos al pueblo para la industrialización a marchas forzadas. El Estalinismo exigió también un cruel tributo por los errores de la colectivización, la eliminación de los kulaks y los planes quinquenales que sacrificaron indefectiblemente el consumo a la consecución de una poderosa industria pesada.

Además, y pese a la caída de la Unión Soviética, la Rusia actual conserva un régimen caracterizado por  la inexistencia de determinados derechos que se consideran vitales para la democracia occidental, como la libertad de prensa, palabra, reunión, asociación, etc, aunque muchos tampoco existen plenamente en occidente.

Los desastres de la Segunda Guerra Mundial gravitaron sobre el pueblo ruso de manera durísima, ocasionando, al parecer, veinte millones de víctimas y retrasando el desarrollo material por una docena de años, que repercutió sobre la población en la ausencia de alimentos, mínimas comodidades y nivel general de bienestar.

Dentro del análisis de Marx de las religiones como "opio", la política soviética y de los países de su órbita a este respecto fue oscilando entre la persecución implacable y una libertad vigilada. La existencia de una "ortodoxia" filosófico-política, hizo que fueran tratados con extrema dureza los heterodoxos tanto de la izquierda como de la derecha.

La próxima sesión vamos a hablar del sistema económico nacional, y del distributismo, la única teoría económica creada en base a la doctrina social del cristianismo.


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